25 años de la Procesión extraordinaria que viró el rumbo de nuestra historia

Hoy 15 de octubre de 2019, se cumplen veinticinco años de la procesión extraordinaria de la Virgen del Carmen.

Corría el final del año 1993, cuando la entonces incipiente Agrupación Parroquial de las Maravillas de María, Nuestro Padre Jesús de la Paz y Nuestra Señora del Carmen en sus Misterios Dolorosos, aprobada en el año 1990, con sede canónica en la Real Parroquia de Omnium Sanctorum (que tuvo que abandonar temporalmente por obras) y entidad Jurídica en el seno de la Iglesia sevillana, se planteó celebrar -algo inédito en aquellos tiempos- el X Aniversario de la Bendición de su Titular, Ntra. Sra. del Carmen. Motivos había mas que sobrados, sobre todo por la lucha -a veces incluso incomprensión- pero principalmente por el atisbo esperanzado de futuro que se avistaba tras los vivido en aquella década transcurrida desde la bendición y puesta al culto de la que era, es y sera Faro de nuestras vidas y motivo constante de Esperanza y Consuelo, aquella, en definitiva, por la que aquel Grupo de Marineros cristianos y comprometidos se unieron para rendir culto y propagar su Bendita y Milagrosa advocación de NTRA. SRA. DEL CARMEN, en el Misterio de su Dolor por la Pasión y Muerte de su hijo, Jesús de la Paz.

La Virgen del Carmen ante la Iglesia de la Anunciación en la Procesión extraordinaria del 15 de octubre de 1994.

Se ha dicho con el tiempo que, aquello que se preparó con tanto mimo y dedicación, se hizo para que fuera el acicate y la prueba definitiva de cara a que aquella Agrupación Parroquial levantara el vuelo y pusiera rumbo firme a convertirse en la Hermandad de Penitencia que es hoy en día. Nada mas lejos de la realidad sin embargo, pues en principio todo se hizo para homenaje y alabanza de nuestra Titular y con el objetivo de propagar en la Sevilla Cofrade -que aún no la conocía-, su nombre y ese rostro único que hoy es perfectamente identificable con la advocación del Monte Carmelo. Pero como los designios los escribe el Señor, y Nuestra Madre es el instrumento del que se sirve para llevarlos a buen puerto, aquella «apuesta» resultó perfecta. La mente de quien esto escribe, más envalentonado que nunca, no cesaba de inventar y proyectar actos, cultos y una Procesión Extraordinaria que marcó el devenir de nuestro futuro y del de  aquellos que entonces me rodeaban –auténticos artífices de que se hiciera posible, ellos y no yo– que hacían suyas las ideas para que una vez puestas en práctica dieran el resultado apetecido del que ahora, el 15 de octubre de 2019, se cumplen 25 años.

Un cuarto de siglo de una efemérides que cuando echo a andar jamás pensamos resultara con la brillantez que resultó, recibiendo además los frutos espirituales que recibimos de aquel inolvidable e histórico mes de octubre de 1994 con la celebración del X aniversario de la Bendición de nuestra Madre, aquella que bendijo nuestros matrimonios y nuestras vidas, la que es Madre de nuestros hijos y de algunos de nuestros nietos, la Señora que nos ha visto recibir las aguas de bautismo a quienes se engendraron bajo su protección, acudir a su encuentro cuando la enfermedad ha hecho mella en muchos de nosotros, e incluso y no en pocas ocasiones, nos ayudó a despedir a seres queridos que en aquellos momentos fueron cimientos que ayudaron a construir lo que hoy somos.

En nuestra memoria, en nuestro recuerdo y con nuestro eterno agradecimiento, estén todos, sin nombres, sin distinción alguna, porque desde ejercer en aquel 15 de octubre de Mayor de Gobierno, arreglar carpinterías, imprimir fotos, coser sin descanso y hasta poner el dinero que faltaba para la banda, TODOS, viven ya en su regazo eternamente y todos serán recordados en los próximos fastos conmemorativos que se nos avecinan.

Y como recordaba, sin engrasar siquiera una maquinaria que no sabíamos como funcionaba, echamos a caminar, a llamar no a muchas, sino a cientos de puertas. Algunas se cerraban de golpe –aquí están los locos estos que quieren fundar una hermandad en el centro, nos decían-; otras, al abrirse emitían ese halo de esperanza y de aire fresco y nuevo que aquellos jóvenes necesitaban.

Primordial y consolidada con creces en el tiempo, fue la colaboración, sin fisuras y sin limites, de la Armada Española y del Ilustre Colegio de Procuradores de Sevilla. Ambas instituciones tienen por Patrona a la Santísima Virgen del Carmen y estuvieron cercanos no solo con su presencia sino con su colaboración en todo aquello que fue menester. Uno de los actos principales de cuantos se llevaron a cabo, fue la imposición a la Santísima Virgen del fajín del Almirante Don Antonio Gonzalez-Allier, fajin que a fecha de hoy sigue luciendo tan celestial Señora en cuantos actos de renombre celebra la Hermandad, y que le fue entregado por su hijo Don Cristobal Gonzalez-Allier por entonces Comandante Naval de Sevilla.

Bajo la denominación abreviada de COXA (comité organizador del X Aniversario), el padre de esta idea fue el hermano fundador José María Montiel Salas, que en aquellos momentos ejercía el cargo de Mayordomo de la Agrupación Parroquial. El comité lo componía la propia Junta de Gobierno a la que se unieron hermanos notables como Francisco Marin, Rafael Bermudo, Manuel Rodríguez y Manuel Luis Pazos Luna, demás del autor de la imagen Francisco Berlanga de Avila. Comenzó a trabajar sin descanso dando forma a un programa de actos y actividades que conformarían la efemérides, con unos primeros meses de 1994 cargados de actos, en los que se presentó un cartel conmemorativo que editó el Distrito Casco Antiguo con una preciosa instantánea del rostro de la Virgen mirando a Omniun Sanctorum según composición realizada por Manuel Agüera. Cartel originalísimo que presentía y esa fue la intención, la unión entre la futura Hermandad, su Parroquia y la calle Feria. La edición fue posible gracias a la inestimable colaboración de la entonces Concejal Delegada del Distrito Casco Antiguo María Salud García Chaves, que fallecería poco tiempo después, siendo ella también quien presidió no solo su presentación sino muchos de los actos que se celebraron y nos acompañó con su presencia en la procesión extraordinaria. Su pérdida fue, sin duda, un duro golpe para la Hermandad por su constante colaboración y compromiso con la misma.

El día 30 de mayo de 1994, en el incomparable marco de la Iglesia de San Luis de los Franceses, se celebró el Pregón del Aniversario que pronuncio el insigne Cofrade y ex pregonero de la Semana Santa y de las Glorias de Sevilla, D. Manuel Toro Martínez, ya fallecido. Cofrade muy comprometido desde sus inicios con la fundación de nuestra Hermandad, fue presentado por el también cofrade y ex Pregonero el Iltmo Sr. D. Antonio Moreno Andrade. Al acto, presidido por el Rvdo. Padre D. Francisco Pérez Camargo, Párroco y Director Espiritual, asistió una representación de la Comandancia Militar de Marina de Sevilla y del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla.

Todos los cultos se programaron en el mes de octubre, más benigno que el mes de julio que era cuando en realidad se cumplía el aniversario, y se decidió celebrarlos en el templo del Hospital de la Misericordia, lugar donde fue bendecida la Santísima Virgen en 1984. Hasta allí fue trasladada a comienzos del mes de octubre la Sagrada Imagen, celebrándose un Solemne Triduo en su honor durante los días 6, 7 y 8 del mismo mes. El día 9 de aquel mes, se celebró una Solemnísima Función Conmemorativa en su honor, en el transcurso de la cual le fue impuesto el fajín de Almirante antes mencionado.

Durante estos cultos la Virgen vistió el hábito carmelita, con las ropas que con tanto cariño e ilusión le hiciera durante los primeros años nuestra Hermana y Camarera de Honor, María del Carmen Borrego Sánchez.

D. Manuel Toro Martínez (q.e.p.d.), pregonero del X aniversario, con don Manuel García García, entonces Tte. de Alcalde.
La Virgen del Carmen en altar mayor de la Iglesia de la Misericordia.
La Virgen del Carmen vistió el hábito carmelita durante el Triduo celebrado en su honor.
Función Solemne celebrada el 9 de octubre de 1994.
Los miembros del Comité Organizador del X aniversario COXA.

La Procesión extraordinaria

Meses antes, cuando se plantea al COXA una Procesión extraordinaria de la Santísima Virgen por estos actos conmemorativos, se observa la posibilidad de que lo haga bajo palio, lo que sería por primera vez en esta corta historia de una década tras haberlo hecho en dos ocasiones en paso de gloria.

En el seno de la Agrupación y del Comité Organizador, aún a sabiendas de que era una auténtica locura pretender una empresa de esta envergadura, no se dudó ni un solo momento de que era posible y en ello se trabajó sin descanso. A instancias de un gran cofrade, ex Hermano Mayor de una hermandad siempre atenta a nuestras necesidades, se dirige la mirada a la ciudad de Granada. El paso de palio de Nuestra Señora de la Encarnación, titular Mariana de la Hermandad del Cautivo del Domingo de Ramos de esta ciudad hermana, sería un trono hecho a la medida de nuestra Madre. No en vano quien lo propone había sido el diseñador de dicho paso de palio. Tras hacer algunas comprobaciones, se rechaza la idea, ante las dificultades del transporte entre Granada y Sevilla y no se llega a cursar petición formal. Se barajan otras opciones pero ninguna con consistencia como para hacer una propuesta en firme; es muy complicado que una imagen procesione bajo un palio no ejecutado para ella por múltiples motivos.

Casi desesperados ya y pensando que o bien se suspendía la procesión o la Virgen procesionaría nuevamente en un paso de gloria, lo cual era mucho mas factible, una tarde surgió el milagro. En honor a la verdad no recuerdo ni como fue, lo cierto es que llegó a los oídos de quien esto escribe que en el Aljarafe sevillano, concretamente en Bollullos de la Mitación, vivía una persona, Benjamín Domínguez, bordador, que había realizado un paso de Palio para una imagen advocada de la Esperanza que no pertenecía aun a ninguna Hermandad. Vimos que por sus medidas podría ser el trono de la Madre Carmelita, por lo que ni cortos ni perezosos una representación del COXA (prácticamente toda la junta de Gobierno) se encaminó a dicha localidad para reunirse con el citado Sr. Domínguez, llenos de temores por la posible negativa y esperanzados en ese último cartucho. Benjamín Domínguez no solo vió con buenos ojos la propuesta -salvando los posibles acuerdos contractuales a realizar como seguros y demás-, sino que se ilusiona con que ese palio pudiera procesionar por las calles de Sevilla.

Tras mostrarnos un ajuar digno de las mejores instituciones por su calidad, riqueza y valor, pues no en vano se trataba de la Virgen de su devoción y el su mentor, se cierra el acuerdo. Aquella noche pudimos respirar tranquilos, comenzando la recta final de un Aniversario, que ahora sí, iba a marcar nuestra joven historia.

Días después se rubrica un contrato con la Banda de Música de la Cruz Roja para el acompañamiento musical de la Santísima Virgen el 15 de Octubre.

En las tarde del día 9 de octubre de 1994, la Santísima Virgen del Carmen fue trasladada a hombros, sin parihuela, solo con el calor del amor de los hermanos que allí quisieron estar en este acto histórico al paso de palio con el que una semana después iba a recorrer las calles de Sevilla, quedando entronizada en espera de tan ilusionante y esperado sábado 15.

Nuestra Madre vestía saya de color burdeos bordada en oro de la Virgen de la Palma de la Hermandad del Buen Fin, manto Verde de la Esperanza Divina Enfermera de la Hermandad de la Sagrada Lanzada y en la entrecalle, la imagen de la Virgen de los Reyes del paso de palio de la Virgen de la Cabeza de la Hermandad de las Siete Palabras. Tres hermandades del Miércoles Santo  que colaboraron hace ahora 25 años. ¿Presagio?

Portaba por primera vez el fajín como Capitana General de la Armada y la Cruz al mérito Naval que le regaló el hermano número uno, Julio Cabrera Romano. Sobre sus sienes, la primera corona que tuvo, regalo de sus devotos, que realizara Manuel de los Ríos y que restaurada aún conserva y luce.

Lirios blancos, claveles y gladiolos exornaban el paso en aquel histórico día, que sin problemas meteorológicos pudimos disfrutar desde primera hora de la mañana.

Por la tarde, la totalidad de los hermanos de la entonces exigüa nómina la acompañaron por las calles del entorno de San Juan de la Palma, Orfila, Feria y alrededores. El desajuste en los tiempos de la procesión casi causó un disgusto, pero la eficacia, rápida respuesta y responsabilidad del Diputado Mayor de Gobierno de aquella tarde y la colaboración de la Policía Local, hicieron que todo quedara en una simple anécdota. Anécdota que muchas veces recordamos y que guardamos con tremendo cariño en nuestros corazones, por aquel hermano, Diputado Mayor de Gobierno, que siempre estuvo junto a ella y al que nunca le «perdonaremos» que quisiera irse tan pronto con Ella. Honor por todo lo que hizo aquella tarde por siempre en los anales de nuestra Hermandad a NHD José Manuel Lobo López, hoy tan bien representado por su hijo Ángel que sigue sus pasos y es quien vela y vive por y para Ella.

En las primeras horas de la madrugada del domingo 16 de octubre de 1994, la Virgen regresaba bajo los acordes del Himno Nacional a la Iglesia de la Misericordia, y el saludo marcial de los miembros de la Armada Española que la escoltaban ponía punto y final a aquella histórica procesión con la presencia de los ancianos del hospital que la esperaban. Tendrían que pasar 15 años, 15 largos y desesperantes años, hasta que el Miércoles Santo del año 2009 (a los 25 años de su Bendición) nuestra Madre volviera a pasear bajo palio las calles de Sevilla.

La Virgen del Carmen lució una saya de la Virgen de la Palma.
Con la candelería encendida minutos antes de comenzar la procesión.
El Correo de Andalucía recogió la noticia.
Los hermanos Gallego se estrenaron como capataces en nuestra cofradía comandando el palio de Ntra. Sra. del Carmen en esta procesión extraordinaria.
La Junta de Gobierno que hizo posible estas efemérides, con la inestimable, necesaria y fiel colaboración de todos los hermanos que la componían. En la foto (de izquierda a derecha), José Luis Oliva Martínez, José María Ferrero Dorado, Miguel Bermudo Borrego, José Angel Pazos Casado, José Manuel Rodríguez Núñez, José Manuel Lobo López, Manuel Luis Pazos Casado, Pablo Fernández Sánchez y Antonio Jesús Díaz de la Rosa.

Al sábado siguiente y tras una misa de Acción de Gracias, celebrada conjuntamente con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y los ancianos residentes, la Santísima Virgen regresaba en sencillas parihuelas tal y como llegó a su sede canónica provisional en la parroquia de Belén.

En el transcurso de estas celebraciones se llevó a cabo una acción social conmemorativa impulsada por el hermano Pablo Fernández en la que la Agrupación gestionó viviendas dignas para cuantas familias residían en el Pasaje González de Quijano (entre calle Relator y Peris Mencheta), trasladados a viviendas en la Barriada de la Corza. Alguno de ellos, hijos y nietos, siguen siendo hermanos de la corporación o acuden a la calle Feria cada Miércoles Santo.

Alguien dijo pasado el Aniversario, que muy pocas personas, con una fe ciega en lo que creían, hicieron saber y creer a toda la Sevilla Cofrade que detrás de todo lo realizado había mucho y bueno. El paso del tiempo demostró que así era. Ocho meses después la Autoridad Ecleciástica aprobaba las reglas de la Hermandad.

José Manuel Rodríguez Núñez

Hermano Mayor 1995-2003
Medalla de oro de la Hermandad

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