Don Alfredo Morilla, predicador del Quinario al Señor de la Paz

Del 26 al 30 de enero, tendrá lugar el anual y Solemne Quinario en honor a Nuestro Padre Jesús de la Paz. La sagrada cátedra será ocupada por el Rvdo. Padre. D. Alfredo Morilla Martínez.
Nacido en julio de 1982, y criado en el Cerro del Águila, recibió el bautizo en la parroquia de Santa María Magdalena.
Tras terminar los estudios secundarios estuvo trabajando y aprendiendo el oficio de la carpintería, hasta que, tras tener una profunda experiencia Vocacional, en septiembre del 2004, con 22 años, ingresa en el Seminario Metropolitano de Sevilla.
Fue ordenado el 10 de Septiembre de 2009 de Diácono, por don Carlos Amigo Vallejo.
Tras un año de pastoral en la Parroquia de Santa María la Mayor de Pilas es ordenado Sacerdote el 5 de Septiembre de 2010, por don Juan José Asenjo Pelegrina.
Sus primeros cuatro años ejerció como Párroco de San Bartolomé, del Real de la Jara y Santa María de Gracia, en Almadén de la Plata.
En Septiembre de 2014 toma posesión como párroco de Nuestra Señora del Reposo, en Sevilla.
Actualmente continúa ese ejercicio en la parroquia y lo compagina con las labores de capellán en el Hospital de San Lázaro y en los tres colegios de la IBVM que las Madres Irlandesas tienen en Sevilla. Es también el arcipreste de La Corza-Pino Montano.
Cofrade desde pequeño, pertenece desde su infancia a las hermandades de la Virgen del Amparo, y de la Amargura y Dolores del Cerro. Vivió sus hermandades con intensidad, perteneciendo a sus grupos jóvenes y a sus cuerpos de acólitos. Continúa haciendo con sus hermandades estación de penitencia, saliendo el Domingo de Ramos como Preste tras la Virgen de San Juan de la Palma y el Martes Santo junto al Cristo del Desamparo y Abandono.
Acompaña y disfruta en la realidad el mundo de las hermandades, acompañándolas espiritualmente siempre que sus otras labores se lo permiten. Con frecuencia cita una frase del Arzobispo Asenjo, que dijo que las cofradías no son algo periférico o simplemente pintoresco en la vida de la diócesis, sino una realidad importante que pertenece al alma de esta Iglesia.